KOBIDO, el masaje facial japonés o
'antiguo camino de la belleza'
Al masaje Kobido se le suele llamar en Occidente Lifting Facial Natural, dado que consigue los mismos efectos que un lifting pero de forma natural, sin utilizar ningún componente extraño, ya sean químicos, quirúrgicos, etc. El masaje remueve las toxinas del rostro, repara los tejidos faciales y previene y reduce el impacto del proceso de envejecimiento.
Una técnica multi-efectiva
Efecto reductor y corrector: del mismo modo que el ejercicio reafirma y tonifica el cuerpo, el Masaje Facial Japonés fortalece y tonifica la musculatura facial ayudando a prevenir la flacidez y las arrugas.
Efecto radiante: aumenta el riego sanguíneo de la piel, favoreciendo la eliminación de células muertas, aumentando la luminosidad, dando un aspecto saludable y una sensación fresca y juvenil del aspecto de la piel. También incrementa el aporte de nutrientes más eficientemente, reduciendo y ralentizando los signos visibles del envejecimiento.
Efecto terapéutico: el Masaje Facial Japonés incrementa la temperatura de la piel facilitando la liberación de toxinas profundamente fijadas, a las que los limpiadores no alcanzan. Al aumentar la temperatura se activa el sistema linfático, lo que le permite transportar y eliminar más eficientemente las bacterias y las toxinas de las células de la piel.
Efecto regulador: con esta técnica se aumenta la capacidad de la piel para retener la hidratación, creando una barrera emoliente contra la evaporación.
Efecto relajante: el Masaje Facial Japonés libera las contracturas del tejido muscular, permitiendo una buena irrigación sanguínea por toda la superficie del rostro. Esto aporta oxígeno y nutrientes hasta las células de la piel. Únicamente cuando la circulación sanguínea se ve mejorada, las células de la piel pueden repararse y rejuvenecerse por sí mismas.
Una técnica multi-efectiva
Efecto reductor y corrector: del mismo modo que el ejercicio reafirma y tonifica el cuerpo, el Masaje Facial Japonés fortalece y tonifica la musculatura facial ayudando a prevenir la flacidez y las arrugas.
Efecto radiante: aumenta el riego sanguíneo de la piel, favoreciendo la eliminación de células muertas, aumentando la luminosidad, dando un aspecto saludable y una sensación fresca y juvenil del aspecto de la piel. También incrementa el aporte de nutrientes más eficientemente, reduciendo y ralentizando los signos visibles del envejecimiento.
Efecto terapéutico: el Masaje Facial Japonés incrementa la temperatura de la piel facilitando la liberación de toxinas profundamente fijadas, a las que los limpiadores no alcanzan. Al aumentar la temperatura se activa el sistema linfático, lo que le permite transportar y eliminar más eficientemente las bacterias y las toxinas de las células de la piel.
Efecto regulador: con esta técnica se aumenta la capacidad de la piel para retener la hidratación, creando una barrera emoliente contra la evaporación.
Efecto relajante: el Masaje Facial Japonés libera las contracturas del tejido muscular, permitiendo una buena irrigación sanguínea por toda la superficie del rostro. Esto aporta oxígeno y nutrientes hasta las células de la piel. Únicamente cuando la circulación sanguínea se ve mejorada, las células de la piel pueden repararse y rejuvenecerse por sí mismas.